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Productos que llevan alas

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 



 

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Muchas veces las mujeres sentimos la tensión entre ser mamá y trabajar, sobre todo cuando poner fuerza en un lado lleva a apretar o sacrificar el otro.​
AMADORA (palabra que une otras tres: amor, madre y voladora) nació como intento de conciliar ambas cosas. Por eso se llama Madres Voladoras, porque propone volar con los hijos. Y por eso su logo son círculos que se expanden, desde el centro hacia fuera, abriéndose sin dejar de contener.

trabajo creativo en el hogar y un ingreso propio. La idea nació en los encuentros que tengo el privilegio de organizar como parte de mi trabajo en desarrollo social en una fábrica. Paseos al Tigre, al zoológico, a museos, a Punta Lara, a andar en karting. Familias extraordinarias. Mates de por medio, algunas mujeres se plantearon la inquietud por comenzar a trabajar.

Entonces una amiga con mucha pasión pasó un pedido de bolsas de tela de una dietética. Y surgió el interés y la oportunidad. Pronto Gaby Zucchi nos enseñó a estampar con bastidor, trayendo una explosión de colores. Una a una se sumaron las mujeres, cada cual a su ritmo, y algunas otras están que vienen y aún no se organizan.  Ellas se arreglaron para conseguir máquinas prestadas, compradas en cuotas o donadas,

Algunas amadoras ya se fueron, por ejemplo Lili está estudiando magisterio, Laura se capacitó en pedicuría y tiene su propia clientela, Silvia se fue a dar sus propias clases y a desempeñarse en su camino. Amadora tiene un efecto impulsor que las lleva lejos y vuelan, tal vez determinado por el nombre elegido, Madres Voladoras. Es así que varias emprendieron caminos de capacitación y negocio por propios rumbos. Al fin y al cabo sucedió algo mejor, que es encontrar un camino propio.


Querían satisfacer ciertas necesidades postergadas como tener una mesada en la cocina, o comprar sillas, o tal vez salir un poco de la casa. Pero a la vez de la dificultad de conseguir trabajo está la dificultad de organizarse con los niños. Por mi parte, me dio alarma la idea de que madres de tantos niños pequeños quisieran trabajar de operarias, lo cual significa una jornada de muchas horas.
 

para aprender a coser luego de pocas instrucciones verbales, para trabajar en su casa a su ritmo y reunirnos cada tanto a estampar.  Ahora estamos emprendiendo un proyecto gigante, el de los sombreros de lluvia con sachets y telas de paraguas que es un desafío de salto para todas.

Amadora es un proyecto que busca fortalecer familias de operarios, brindando a las mujeres un 

Samantha es la marca de la fábrica de escobas y cepillos que ampara este intento. Allí tuvimos el primer espacio para reunirnos a estampar, y financió la primeras compras de telas, pinturas, bastidor y galletitas.


Desde Gusanitos de Qu
eso ofrezco los productos a mis clientes, a personas que se acercan y sobre todo a amigos. También están  en el Mercado Bonpland de Comercio Justo y Economía Solidaria cobijadas por La Asamblearia y cuando pongo puesto en Sabe la Tierra ¡En las tiendas de las escuelas Waldorf y en el Museo Sívori también están!

Sabemos que hacer algo para otros hace bien, y
algo para uno/a mismo/a también, y que esto
funciona como una especie de magia.

              A VECES COMPRAR ALGO TRAE
                        RESULTADOS INESPERADOS.




              
AMADORA

 

         MADRES VOLADORAS

Presentación de los sombreros en el Centro Cultural Ricardo Rojas el jueves 13 de diciembre por la tarde. Traenos tus sachets y telas de paraguas rotos. 

GUSANiTOS D​QUESO

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